Hoy ví un video donde Rebeca Barbat, consagrada, habla sobre cuatro tipos de oración que pueden ayudar a sanar. Son la oración de alabanza, de acción de gracias, de intercesión, y de petición profunda.
La oración de alabanza consiste en alabar a Dios, reconocerlo como Dios, al hacerlo nos enfocamos en Dios en vez de nuestros problemas, y nos reconocemos creaturas suyas. Rebeca nos pidió que hicieramos una lista de los atributos de Dios y orar con ellos en oración de alabanza, dice que recemos por lo menos 15 minutos. Una oración de alabanza y puede también ser un canto sería algo así: Señor Tú eres grande, eres omnipotente, Dios del amor, Dios de Verdad, Tú eres fiel, Tú eres misericordia, Tú eres mansedumbre, Tú gloria se ve en toda la tierra, Tú eres descanso, Tú eres paz, Tú hiciste los cielos y la tierra, todo el universo canta de tu misericordia y nos muestra tu grandeza, Tú eres grandioso y maravilloso, Tú eres único, no hay otro Dios más que Tú, Tú eres bondad, Tú eres compasivo, Tú eres benevolente, Tú eres luz, Tú eres esperanza, nunca nos dejas solos, siempre nos comfortas, Dios bueno, Dios leal, Dios Trino y Uno, Tú gobiernas todas las cosas con Tu sabiduría divina, Tú nos escuchas, Tú eres el más alto bien. Que tu misericordia se derrame sobre nosotros, ya que eres tan bueno.
La oración de acción de gracias es precisamente eso dar gracias a Dios por las bendiciones que derrama sobre nosotros todos los días. Sana porque nos enfocamos en lo bueno de la vida y no en lo negativo. Rebeca nos pidió que al ir a dormir demos gracias a Dios por todo lo bueno que nos pasó en el día, aunque sea por una taza de café, por los pequeños momentos. Algo así como: Al terminar este día te doy las gracias Dios mio por el azul del cielo y sus nubes blancas, por el gato que me dió los buenos días ésta mañana, por mi taza de café, porque gracias a Ti, aún tengo casa, sustento y comida, porque pudimos componer el carro, por el tiempo que pasé con mis hermanos, gracias Señor porque me regalaste un nuevo día.
La oración de intercesión consiste en rezar por nuestros semejantes, abogar por ellos. Sana porque salimos de nosotros para pensar en los demás. Rebeca nos pidió que pensemos en alguién que nos cuesta trabajo perdonar y orar por esa persona y que le pongamos nombre, por privacidad omitire el nombre en la oración. Algo así: Dios mio, Tú que todo lo sabes, sabes quien me ha dañado más en ésta vida, yo creo haberlo perdonado, pero se que aunque no lo piense, aún afecta mi vida, te pido por él Dios mio, que tenga una buena conversión y que llegue a conocer el gran amor que sientes por él, porque Tú amas a todos, tu no excluyes a nadie, Jesús murió por él, para que también él sea salvado, no dejes que se pierda su alma Señor, cuida de su alma y cuida de su vida, que tu amor y misericordia se manifiesten en su vida y sea féliz pero sobretodo que se arrepienta de sus pecados y goze de tu paz eterna cuando lo mandes llamar, perdonalo Señor.
La oración de petición profunda sana porque ponemos nuestra confianza en Dios y aceptamos que solos no podemos sanar. Rebeca nos pidió que hablemos a Dios con el corazón, algo así: Dios mio, Tú has estado a mi lado todos estos años, sabes mis secretos más íntimos, sabes Señor lo que he intentado dejar átras y no logro conseguirlo. Pero Tú si puedes Señor, pongo mi petición a tus pies. Ayúdame Señor, yo se que Tú me amas, pero quiero corresponder a ese amor. Sabes que desde niña siento que no soy digna de tu amor, que con los años he aprendido a confiar más en Tu amor, en el sacrificio de Jesús en la cruz, y sin embargo, aún me duele, Tu sabes Señor cuanto te amo, cuanto he luchado por sentirme digna, pero no es eso, yo se que Tú nos haces dignos y te estoy eternamente agradecida, dejo mi trauma a tus pies Señor, Dios mio, Tú que todo lo puedes, trae paz a mi corazón, calma mi alma y dejame sentir Tu amor que consuela y que nunca me ha dejado sola todos estos años. Confió en Ti mi Señor, yo me siento bien, pero los recuerdos aún hieren, saname Señor, en nombre de Jesús, amén.